anaeróbica

La anaeróbica es un término que se usa en biología y en fisiología del ejercicio para describir procesos que no requieren oxígeno, o que ocurren en ausencia de él. En microbiología, se aplica a microorganismos que viven y se alimentan sin oxígeno, o que lo toleran poco; en fisiología del ejercicio, describe las vías de generación rápida de energía sin depender principalmente del consumo de oxígeno.

En el cuerpo humano, las vías anaeróbicas permiten sostener esfuerzos intensos por períodos cortos. Los dos sistemas principales son el sistema de fosfágeno (ATP-CP) y la glucólisis anaeróbica. El sistema ATP-CP utiliza creatina fosfato para generar ATP en pocos segundos de alta intensidad. La glucólisis anaeróbica descompone glucógeno o glucosa para producir ATP y metabolitos como lactato, sosteniendo energía por aproximadamente 10 segundos a 2 minutos. El resultado es una mayor producción de lactato e incremento de la acidez muscular, con una limitación típica por la rápida caída de las reservas y la fatiga.

En microbiología, los anaeróbicos pueden ser obligados o aerotolerantes. Los obligados mueren en presencia de oxígeno, mientras que los aerotolerantes no utilizan oxígeno pero pueden tolerarlo. Son comunes en el intestino, en procesos de fermentación y en suelos. Ejemplos incluyen bacterias del género Clostridium y Bacteroides en ambientes anaerobios, que cumplen funciones en la digestión, fermentación y, en algunos casos, patogénicas.

Aplicaciones y consideraciones. El entrenamiento anaeróbico, mediante sprints, ejercicios de fuerza y largos intervalos de alta intensidad, mejora la potencia, la velocidad y la capacidad de esfuerzo de corta duración. Los beneficios deben equilibrarse con una recuperación adecuada para evitar lesiones y acumulación excesiva de lactato. En la práctica, la distinción entre anaeróbico y aeróbico es de dominancia metabólica: las vías anaeróbicas predominan en esfuerzos intensos y cortos, mientras que las vías aeróbicas predominan en esfuerzos sostenidos.