caballos

Los caballos, Equus ferus caballus, son mamíferos herbívoros de gran tamaño que han sido domesticados para la monta, el transporte, el trabajo, el deporte y la compañía. Varían mucho entre razas, desde ponis pequeños hasta caballos de tiro. Tienen patas largas y cascos, una crin y una cola, y un cuerpo adaptado a la velocidad y la resistencia. Son no rumiantes y su sistema digestivo está diseñado para una dieta alta en fibra; la mayor parte de la fermentación tiene lugar en el ciego y el colon. Su alimentación se basa en pastos y heno, con suplementos según necesidad. Son animales sociales y pueden formar lazos fuertes con humanos y otros caballos.

La domesticación de los caballos se sitúa en las estepas euroasiáticas durante el cuarto milenio a. C., con evidencias de Botai en Kazajistán y datos genéticos que señalan un origen a partir de Equus ferus. Se difundieron mundialmente para transporte, labranza, guerra, deporte y ocio. Existen numerosas razas reconocidas, entre ellas Arabian, Thoroughbred, Quarter Horse y Clydesdale, cada una con rasgos y temperamentos distintivos.

En reproducción, las yeguas son mayormente estacionales y su gestación dura unos 11 meses; los potros suelen ponerse de pie poco después del nacimiento y caminan poco después. El manejo exige cuidado de cascos, dentales, vacunas, desparasitación y revisiones veterinarias regulares. El ejercicio y una alimentación equilibrada son esenciales para su bienestar.

Hoy los caballos se encuentran en todo el mundo, desempeñando roles en trabajo rural, deportes y ocio. Existen poblaciones ferales, como mustangs y brumbies. En la cultura popular ocupan un lugar destacado en literatura, cine, arte y deporte.