artritis

Artritis es la inflamación de una o más articulaciones, que provoca dolor, rigidez, hinchazón y reducción de la movilidad. Aunque comparte síntomas, la artritis no es una sola enfermedad: existen varias condiciones que afectan las articulaciones con distintos orígenes y tratamientos.

Las formas más comunes son la osteoartritis, una enfermedad degenerativa por desgaste del cartílago; la artritis reumatoide, una enfermedad inflamatoria autoinmunitaria que suele afectar varias articulaciones de forma simétrica; y formas específicas como la artritis psoriásica, la gotosa y la artritis infecciosa. También existen síndromes en la artritis infantil y otras causas menos frecuentes.

El diagnóstico se basa en la historia clínica y el examen físico, seguido de pruebas de laboratorio (por ejemplo, ESR o CRP para inflamación; anticuerpos como RF y anti-CCP en la artritis reumatoide; ácido úrico en la gota) y de imágenes (radiografías, ultrasonido o resonancia magnética). En algunos casos se analiza el líquido articular para descartar infección o cristalopatías.

El tratamiento depende de la causa. En general se utilizan analgésicos y antiinflamatorios no esteroideos; en artritis reumatoide y otras inflamatorias se emplean fármacos modificadores de la enfermedad (DMARDs) y, a veces, biológicos o corticosteroides. En la gota se usan antiinflamatorios, colchicina y medidas para reducir el ácido úrico. Las medidas no farmacológicas incluyen ejercicio regular, fisioterapia, control de peso y, cuando es necesario, inyecciones intraarticulares de corticosteroides o cirugía de reemplazo articular en casos avanzados.

El pronóstico varía; algunas formas pueden mantenerse estables con tratamiento, otras requieren manejo crónico. La prevención se centra en mantener la movilidad, evitar lesiones, controlar peso y adherirse al tratamiento cuando corresponde.