Dilatadores

Dilatadores es un término utilizado en medicina para referirse a dispositivos o sustancias cuyo objetivo es ensanchar un conducto, lumen u canal en el cuerpo, o aumentar el diámetro de un vaso sanguíneo. En general, puede aludir tanto a dilatadores mecánicos como a fármacos vasodilatadores. El uso de dilatadores varía según la región anatómica y el objetivo terapéutico.

Dilatadores mecánicos o instrumentales son dispositivos diseñados para estrechar o dilatar conductos anatómicos como el esófago, la uretra y el canal cervical. Su finalidad es tratar estenosis, facilitar la inserción de instrumentos médicos o permitir la progresión de un tratamiento. Entre los ejemplos se encuentran las dilataciones graduadas, las bougies y los balones de dilatación utilizados en gastroenterología, urología, ginecología e intervención radiológica. El procedimiento debe realizarse con técnica aséptica, limits seguros de tamaño y control de la progresión para evitar lesiones.

Los vasodilatadores, o dilatadores vasculares, son fármacos que relajan el músculo liso de las paredes de los vasos sanguíneos, aumentando su diámetro. Esto reduce la resistencia vascular y puede disminuir la presión arterial. Dentro de este grupo se incluyen ciertos nitratos, bloqueadores de canales de calcio, vasodilatadores directos como la hidralazina y la minoxidil, y, de forma indirecta, inhibidores de la enzima converting (ACE) o antagonistas de los receptores de angiotensina II que producen vasodilatación. Se utilizan en hipertensión, angina de pecho, insuficiencia cardíaca y crisis hipertensivas, entre otros escenarios. Los efectos adversos pueden incluir hipotensión, dolor de cabeza, edema y tolerancia.

Seguridad y consideraciones: los dilatadores mecánicos deben emplearse bajo indicación y supervisión clínica, con selección adecuada de tamaño y evaluación de desgarros o perforaciones; la dilatación excesiva y el uso no estéril conllevan riesgos. Los vasodilatadores requieren monitorización de la presión arterial y el estado hemodinámico, y pueden interactuar con otros fármacos o condiciones clínicas. Es fundamental consultar a un profesional de salud para elegir el tipo de dilatador y el protocolo más adecuado para cada caso.