desmayo

Desmayo, también conocido como síncope, es la pérdida temporal de conciencia causada por una reducción transitoria del flujo sanguíneo al cerebro. Típicamente la recuperación es rápida y completa.

La forma más frecuente es la síncope vasovagal, desencadenada por estrés emocional, dolor, miedo, ver sangre, deshidratación o cambios posturales rápidos. Otras causas incluyen hipotensión ortostática, síncope situacional (al toser, orinar, defecar) y causas cardíacas como arritmias o enfermedad estructural del corazón; las causas neurológicas son menos comunes.

Antes del desmayo pueden aparecer síntomas prodrómicos: mareo, visión en túnel, náuseas, sudor frío, palidez y debilidad. Tras la pérdida de conciencia, la recuperación suele ser rápida y sin secuelas graves en la mayoría de los casos.

Evaluación: se utiliza la historia clínica y el examen físico, con mediciones de signos vitales y control ortostático de la presión arterial. Se recomienda electrocardiograma; según sospecha clínica, pueden realizarse pruebas de sangre, ecocardiografía o monitorización de la frecuencia cardíaca. En la sospecha de síncope vasovagal, pueden emplearse pruebas adicionales como la tilt-table. Es importante diferenciarlo de convulsiones.

Tratamiento y prevención: la mayoría de los desmayos requieren poco tratamiento específico. Durante el prodromo, acostarse y elevar las piernas para favorecer el regreso de la sangre. Mantener una buena hidratación, ajustar la ingesta de sal cuando corresponde, practicar ejercicio y realizar cambios de posición de forma lenta. En síncope vasovagal, se recomiendan maniobras de contracompresión (por ejemplo, cruzar las piernas y tensar los músculos de las piernas, o apretar las manos) para aumentar el retorno sanguíneo. En síncope cardíaco, el tratamiento se dirige a la causa subyacente, y pueden considerarse dispositivos como marcapasos o manejo de la arritmia.

Cuándo buscar atención médica: desmayo prolongado, dolor en el pecho, dificultad para respirar, pulso irregular, trauma grave, desmayos durante el ejercicio o antecedentes de enfermedad cardíaca requieren evaluación urgente. El pronóstico es favorable principalmente en síncope vasovagal, aunque la evaluación debe identificar etiologías tratables.