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Sustratos

Los sustratos son medios físicos que sostienen a las plantas y, en muchos casos, facilitan la retención de agua y la disponibilidad de nutrientes. A diferencia del suelo natural, un sustrato puede ser orgánico o inorgánico e incluso inerte, es decir, que por sí mismo no aporta nutrientes. Su función principal es proporcionar soporte radicular, aireación adecuada y un entorno estable para el crecimiento de las raíces. Se emplean en horticultura, jardinería, viveros, cultivo en macetas y, en algunas aplicaciones, en cultivos sin suelo.

Clasificación y ejemplos. Los sustratos se clasifican en orgánicos, como turba, compost maduro, fibra de coco

Propiedades y manejo. La selección depende de características como pH, conductividad eléctrica, capacidad de retención de

Uso y consideraciones. La elección del sustrato debe considerar la especie, el sistema de riego, la fertilización

y
musgo
sphagnum,
y
en
inorgánicos
o
inertes,
como
perlita,
vermiculita,
arena
lavada,
arcilla
expandida
y
roca
volcánica
triturada.
También
se
usan
mezclas
para
equilibrar
propiedades
físicas
y
químicas.
En
general,
los
sustratos
orgánicos
aportan
materia
orgánica
y
mayor
capacidad
de
intercambio
de
cationes,
mientras
que
los
inertes
proporcionan
buena
aireación
y
drenaje,
pero
requieren
fertilización
externa
para
suministrar
nutrientes.
agua,
drenaje
y
aireación.
Muchos
sustratos
se
diseñan
para
mantener
un
ambiente
radicular
estable
y
para
evitar
la
compactación.
Las
mezclas
se
ajustan
según
el
cultivo:
por
ejemplo,
se
puede
aumentar
la
retención
de
agua
con
vermiculita
o
usar
perlita
para
mejorar
la
aireación.
En
cultivos
sin
suelo,
la
esterilización
o
saneamiento
previo
reduce
riesgos
de
patógenos.
y
el
manejo
de
costos
y
sostenibilidad.
Los
sustratos
pueden
degradarse
con
el
tiempo
y
requieren
reemplazo
o
renovación;
su
gestión
adecuada
contribuye
a
la
eficiencia
del
cultivo
y
a
la
salud
de
las
plantas.