sellantes

Los sellantes, también conocidos como sellantes de fisuras, son materiales adhesivos aplicados sobre las superficies oclusales de los primeros molares permanentes y de algunos segundos molares temporales para prevenir la caries dental en las fisuras y fosetas. Su objetivo principal es crear una barrera física que impida la acumulación de placa y la retención de alimentos en las fisuras profundas, donde es difícil la higiene.

Los sellantes pueden ser de resina (resinas compuestas o basadas en Bis-GMA u otros monómeros) o de ionómero de vidrio. Los sellantes de resina requieren una buena adherencia, por lo que se realiza limpieza de la superficie, grabado ácido 35-37% por 15-30 segundos, enjuague y secado, aplicación del sellante y curado con luz. Los sellantes de ionómero de vidrio pueden ofrecer liberación de flúor y, a veces, requieren menos sequedad de la superficie. En algunos casos se utilizan selladores resinosos con adhesivos para mejorar la retención.

Indicaciones y contraindicaciones: Se recomiendan para niños y adolescentes con alto riesgo de caries, dientes recién eruptivos y superficies fisuradas que son difíciles de limpiar. No deben aplicarse sobre caries activa, superficies con defectos extensos o cuando la saliva impide la adherencia. En dientes temporales se puede aplicar cuando la morfología de las fisuras lo permita.

Eficacia y mantenimiento: Los sellantes reducen el riesgo de caries en superficies oclusales en aproximadamente 60-80% durante los primeros dos años, con beneficios que pueden extenderse si la retención se mantiene. La durabilidad varía entre 2 y 5 años y depende de la técnica, el material y factores del paciente. Requieren revisión dental periódica y reaplicación si se pierde o se erosiona.

Seguridad y consideraciones: Son procedimientos generalmente seguros; las reacciones alérgicas son raras. Su uso puede ser parte de estrategias preventivas en pacientes con alto riesgo de caries, junto con fluoruración, higiene oral y una dieta adecuada.