defectos

Defectos es un término utilizado para describir desviaciones de la norma, especificación o función prevista en un objeto, proceso, sistema o ser vivo. En manufactura y diseño, un defecto es una no conformidad respecto a los requisitos del producto, que puede afectar rendimiento, seguridad o apariencia. En biología y medicina, el término se usa para describir anomalías estructurales o funcionales, como defectos congénitos o genéticos.

Entre los tipos se pueden distinguir defectos de producto (defectos de fabricación, como porosidad, grietas o imperfecciones superficiales), defectos de diseño (características que provocan rendimiento insuficiente o fallos), defectos de material (impurezas o inclusiones), defectos funcionales (el producto no cumple su función) y defectos cosméticos (defectos estéticos que no necesariamente alteran el funcionamiento). En el ámbito biológico, también se mencionan defectos congénitos, defectos del desarrollo y defectos genéticos.

Las causas incluyen variación de proceso, tolerancias insuficientes, materiales defectuosos, errores de montaje, condiciones operativas inapropiadas y diseño inadecuado. Los defectos pueden generar costos, retrabajo y riesgos de seguridad, y a veces requieren retiros, reparaciones o reemplazos. En análisis de calidad, se emplean métricas como la tasa de defectos o la densidad de defectos para evaluar la fiabilidad de un proceso.

La detección se realiza mediante inspección visual, pruebas no destructivas, muestreo y controles de calidad. La gestión de defectos se orienta a prevenirlos (diseño para la calidad, controles de proceso) y a corregir sus causas (análisis de causa raíz, acciones correctivas y preventivas). También se asocia con normas como ISO 9001 y enfoques de mejora continua, como Six Sigma, destinados a minimizar la ocurrencia de defectos.