polisímeros

Los polisímeros son macromoléculas formadas por la unión de un gran número de unidades repetidas, llamadas monómeros, a través de procesos de polimerización. Sus longitudes y pesos moleculares elevados confieren propiedades distintivas como resistencia, ductilidad, temperatura de fusión y solubilidad, que dependen tanto del monómero de origen como de la estructura resultante.

Se clasifican por origen en naturales (celulosa, seda, proteínas) y sintéticos (polietileno, poliestireno, etc.). Por composición, se distinguen homopolímeros (un solo tipo de monómero) y copolímeros (dos o más monómeros). Dentro de los copolímeros se pueden presentar en aleación aleatoria, en bloques, alternados o injertados. Por modo de enlace químico, existen polimerización por adición y polimerización por condensación. En cuanto a la arquitectura de la cadena, pueden ser lineales, ramificados o reticulados (red). En su comportamiento físico, se agrupan en termoplásticos, termofijos y elastómeros.

Los métodos de síntesis principales son la polimerización por cadena (radicalaria o iónica) y la polimerización por condensación. Ejemplos: el polietileno y el poliestireno se obtienen por adición, mientras que la nylon y el PET se obtienen por condensación.

Las propiedades de los polisímeros dependen del peso molecular, la distribución de pesos y la temperatura a la que se utilizan, lo que determina aplicaciones en embalaje, construcción, automoción, medicina y electrónica. Su manejo ambiental abarca reciclaje, biopolímeros degradables y estrategias de reducción de residuos, ante retos como la persistencia y la contaminación por microplásticos.