formabilidad

Formabilidad es la capacidad de un material o de una pieza para soportar la deformación plástica necesaria para obtener una geometría final sin defectos, durante procesos de conformado como estampado, doblado, embutido o extrusión. En la práctica, la formabilidad combina ductilidad, anisotropía y sensibilidad a la velocidad de deformación, e depende de condiciones de proceso, temperatura, lubricación y fricción entre matriz y pieza.

Una de las herramientas más utilizadas para evaluar la formabilidad de láminas es el diagrama límite de formabilidad (FLD), que representa las deformaciones admisibles en diferentes direcciones de carga. Otros índices incluyen pruebas de cupping (Índice Erichsen, IE), coeficiente de Lankford (r-values) y parámetros como LDH o el índice de formabilidad. Los modelos teóricos, como el método Marciniak-Kuczyński, permiten predecir fallas por thinning y orientar el diseño del proceso.

Factores que influyen: propiedades del material (dureza, endurecimiento por deformación, anisotropía), microestructura (tamaño de grano, fases), sensibilidad a la velocidad de deformación y a la temperatura; lubricación y fricción; condiciones de proceso (carga, contención por prensa), y geometría de la herramienta. Mejorar la formabilidad puede implicar ajuste de la composición, tratamiento térmico, control de la textura, o la optimización del camino de deformación y del flujo de material.

La formabilidad es un concepto clave en industrias como la automotriz y la aeroespacial, donde se buscan componentes delgados y complejos. Se acompaña de técnicas de simulación por elementos finitos y desarrollo de modelos de comportamiento plástico para predecir fallas y optimizar procesos de conformado, tanto en condiciones de temperatura ambiente como en caliente.