fermentados

Fermentados es un término que se utiliza para referirse a alimentos y bebidas cuyo desarrollo se debe a la fermentación, un proceso metabólico en el que microorganismos como bacterias, levaduras o mohos transforman azúcares en ácidos, gas o alcohol. La fermentación suele permitir la conservación, intensificar sabores y modificar la textura de los productos.

Existen varias categorías. La fermentación láctica, realizada principalmente por bacterias del ácido láctico, se emplea para encurtidos y productos lácteos como chucrut, kimchi, yogur y kéfir. La fermentación alcohólica utiliza levaduras para convertir azúcares en etanol y dióxido de carbono, como en vino, cerveza, sidra y sake. La fermentación acética utiliza bacterias del ácido acético para convertir alcohol en vinagre. En panificación y masas madre, intervienen microorganismos que generan gas y ácidos que dan estructura y sabor.

Los fermentados han sido practicados en muchas culturas como forma de conservar alimentos, mejorar la seguridad alimentaria y diversificar la dieta. Ejemplos destacados incluyen miso, tempeh, salsa de soja, salsa de pescado fermentada, kombucha, yogurt y kéfir, entre otros.

Desde el punto de vista nutricional, la fermentación puede aumentar la biodisponibilidad de ciertos nutrientes, generar compuestos beneficiosos y, en algunos productos, aportar probióticos. Sin embargo, los efectos pueden variar según el alimento y las condiciones de fermentación. Es importante mantener prácticas sanitarias adecuadas y ver señales de deterioro.

En el lenguaje cotidiano, fermentados se usa para describir estos y otros productos derivados de procesos fermentativos, que siguen siendo fundamentales en muchas cocinas alrededor del mundo.