Hiperactividad

Hiperactividad es un patrón de actividad motora excesiva e impulsividad que puede formar parte del trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH). En DSM-5, la hiperactividad por sí sola no se considera un diagnóstico independiente; puede aparecer en distintos perfiles del TDAH. Dentro de este trastorno se describen tres presentaciones: hiperactivo-impulsiva, predominantemente inatenta y combinada.

Hiperactividad se manifiesta con inquietud constante, dificultad para permanecer sentado, correr o trepar en situaciones inapropiadas, hablar en exceso, dificultad para esperar turno e impulsividad que interrumpe a otros.

Las causas son multifactoriales, con componentes genéticos y neurobiológicos. La historia familiar de TDAH aumenta el riesgo. Factores prenatales, exposición a sustancias y entornos también influyen. La hiperactividad suele coexistir con otros problemas como dificultades de aprendizaje, ansiedad o conductas disruptivas.

Diagnóstico: se requieren síntomas antes de los 12 años, presentes en dos o más contextos y que produzcan deterioro significativo. Se realiza una evaluación clínica y de la historia de desarrollo, con una adecuada evaluación diferencial.

Tratamiento: enfoque multimodal que puede incluir medicación (estimulantes como metilfenidato o anfetaminas; no estimulantes como atomoxetina), psicoterapia conductual, apoyo educativo y entrenamiento para padres. También se recomiendan rutinas estructuradas, ejercicio regular y sueño adecuado.

Prevalencia y curso: en niños, se estima entre 5 y 7%. Muchos síntomas disminuyen con la edad, pero una parte persiste en la adolescencia y, menos comúnmente, en la adultez. La detección es más frecuente en varones durante la infancia.