infiltrado

El término infiltrado, derivado del verbo infiltrar, se utiliza en español tanto como sustantivo como participio para describir a una persona que se introduce en un grupo u organización de forma encubierta, con el objetivo de obtener información, influir en decisiones o sabotear actividades. También puede usarse como adjetivo para indicar que algo ha sido infiltrado o que está relacionado con la infiltración.

Etimología y alcance: proviene del latín filtrare a través de la raíz común con filtrar, que denota pasar o atravesar un filtro. En su uso, se mantiene la idea de penetrar barreras o límites sin ser detectado. El término se aplica en distintos contextos y con matices variados según la disciplina.

Usos y contextos: en espionaje y operaciones encubiertas, un infiltrado es un agente que se introduce en una entidad para obtener inteligencia. en seguridad y justicia, las fuerzas de seguridad pueden utilizar infiltrados en investigaciones autorizadas. en contextos corporativos o políticos, a veces se habla de infiltración para describir la entrada de intereses externos en una organización. En tecnología y ciberseguridad, la expresión se emplea de forma coloquial para referirse a un usuario o programa que ha obtenido acceso no autorizado. En medicina y biología, infiltración o infiltrado describe el movimiento o la acumulación de sustancias o células en tejidos, y en patología se habla de infiltración celular para describir la presencia de células inmunitarias en un órgano.

Consideraciones: el uso de la infiltración plantea cuestiones éticas y legales. En ámbitos oficiales, suele requerir autorización y supervisión; en la ficción, el infiltrado es un recurso narrativo frecuente.