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impotencia

Impotencia, también conocida como disfunción eréctil (DE), es la incapacidad persistente para lograr o mantener una erección suficiente para la actividad sexual. Puede presentarse de forma ocasional y volverse crónica si persiste durante varios meses. La DE puede afectar a hombres de todas las edades, aunque es más común con el envejecimiento y la presencia de ciertas condiciones médicas.

Las causas pueden clasificarse en orgánicas, psicogénicas o mixtas. Las orgánicas incluyen enfermedades vasculares como aterosclerosis,

El diagnóstico se realiza mediante historia clínica y examen físico, junto con pruebas complementarias según sea

El tratamiento suele iniciarse con cambios en el estilo de vida y manejo de condiciones subyacentes (pérdida

diabetes,
disfunción
hormonal
(por
ejemplo,
hipogonadismo),
neuropatía,
obesidad,
hipertensión,
síndrome
metabólico
y
efectos
de
ciertos
fármacos.
Las
causas
psicogénicas
abarcan
ansiedad,
depresión,
estrés
o
problemas
de
pareja.
Factores
de
estilo
de
vida
como
tabaquismo,
consumo
excesivo
de
alcohol
y
sedentarismo
aumentan
el
riesgo.
En
muchos
casos,
la
DE
resulta
de
una
combinación
de
factores.
necesario.
Estas
pueden
incluir
análisis
de
sangre
(regulación
de
glucosa,
lípidos
y
niveles
de
testosterona),
evaluación
hormonal,
pruebas
de
erección
nocturna
y,
en
algunos
casos,
ecografía
Doppler
o
estudios
vasculares
para
identificar
causas
específicas.
de
peso,
ejercicio
regular,
abandono
del
tabaco
y
reducción
del
alcohol).
Los
fármacos
orales
inhibidores
de
la
fosfodiesterasa-5
(PDE5),
como
sildenafil,
tadalafil,
vardenafil
o
avanafil,
son
tratamientos
de
primera
línea
y
deben
evitarse
junto
a
nitratos.
Otras
opciones
incluyen
terapia
hormonal
si
hay
deficiencia,
dispositivos
de
vacío,
inyecciones
intracavernosas,
supositorios
uretrales,
implantes
penianos
y,
cuando
corresponde,
asesoría
psicológica
o
terapia
de
pareja.
La
elección
depende
de
la
causa,
la
salud
general
y
las
preferencias
del
paciente.