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sedentarismo

El sedentarismo se refiere a conductas con bajo gasto energético, principalmente al permanecer sentado o acostado durante largos periodos. Se distingue de la inactividad física, que es la carencia de cumplir recomendaciones de actividad física; una persona puede hacer ejercicio y, a la vez, pasar gran parte del día sentada. Las conductas sedentarias incluyen trabajar en escritorio, ver televisión, usar dispositivos electrónicos o desplazarse en transporte pasivo.

El sedentarismo se asocia con un mayor riesgo de enfermedades crónicas como enfermedad cardiovascular, hipertensión, diabetes

Las guías de salud pública recomiendan reducir el tiempo sentado y, cuando sea posible, interrumpir la jornada

La medición del sedentarismo se realiza mediante encuestas y, en investigación, con dispositivos de monitorización de

tipo
2,
obesidad
y
algunos
tipos
de
cáncer,
así
como
con
dolor
musculoesquelético
y
peor
salud
mental.
Los
mecanismos
propuestos
incluyen
baja
actividad
muscular,
disminución
de
lipoproteína
lipasa,
empeoramiento
de
la
tolerancia
a
la
glucosa
y
del
perfil
lipídico,
y
menor
gasto
energético
diario.
El
riesgo
puede
persistir
incluso
en
personas
que
cumplen
con
las
recomendaciones
de
actividad
física,
si
permanecen
sentadas
muchas
horas.
con
periodos
cortos
de
actividad.
En
adultos
se
sugieren
alrededor
de
150
minutos
de
actividad
moderada
o
75
minutos
de
actividad
vigorosa
por
semana,
más
ejercicios
de
fortalecimiento
en
dos
o
más
días.
En
la
práctica,
se
favorece
incorporar
movimiento
diario:
caminar,
usar
transporte
activo,
o
realizar
pausas
activas
cada
30–60
minutos.
movimiento.
Las
intervenciones
eficaces
combinan
cambios
en
el
entorno
laboral
y
urbano
con
educación
y
estrategias
para
reducir
las
horas
sentadas,
como
mobiliario
ajustable,
rutas
seguras
para
caminar
y
programas
de
pausas
activas.