fluorización

La fluorización es el proceso químico mediante el cual se introduce un átomo de flúor o un grupo que contiene flúor en una molécula, generando enlaces C–F u otros enlaces fluorados. En química orgánica, este procedimiento se utiliza para modificar propiedades de las moléculas, como la estabilidad metabólica, la lipofilia y la resistencia a la degradación. Aunque a veces se usa como sinónimo de fluoración, la fluorización se aplica de forma más amplia a variadas rutas de incorporación de flúor en sustratos orgánicos.

Existen varios enfoques para lograr la fluorización. Los métodos directos emplean fluoruración con gas de fluor o especies fluorantes electromoleculares, a menudo en presencia de catalizadores. La fluoración electrófila utiliza reagentes como Selectfluor o NFSI para introducir flúor de forma relativamente selectiva. La desoxi-fluoración sustituye grupos como OH por F mediante reagentes como DAST o Deoxo-Fluor. Otros enfoques emplean XeF2 para fluoración suave, o fluoración nucleofílica mediante sales de fluoruro activadas. En química médica y en el marcado con 18F para imágenes por PET, se utiliza para trazabilidad.

Aplicaciones destacadas incluyen la síntesis de fármacos y agroquímicos, la modificación de compuestos para mejorar su perfil farmacocinético, y la producción de materiales fluorados, como fluoropolímeros y recubrimientos químicos. En ciencia de materiales, la presencia de enlaces C–F confiere mayor inercia química, hidrorepulsión y resistencia al calor. En medicina, el isótopo 18F se utiliza para imágenes por PET.

La fluorización implica considerar seguridad y medio ambiente. El fluor es altamente reactivo y corrosivo; su manejo puede generar HF y otros subproductos tóxicos. Requiere instalaciones adecuadas, manejo de gases y equipos de protección. Sus impactos ambientales y regulatorios exigen controles estrictos y cumplimiento de normas de seguridad química.