diureticas

Los diuréticos son fármacos que aumentan la producción de orina y la eliminación de sodio y agua en los riñones. Se utilizan para tratar edema asociado a insuficiencia cardíaca, cirrosis hepática y trastornos renales, así como para el control de la hipertensión. También pueden emplearse en glaucoma y en ciertas condiciones metabólicas.

Clases y mecanismos

- Diuréticos de asa: incluye furosemida y bumetanida. Inhiben el transportador Na-K-2Cl en la rama gruesa de Henle, promoviendo una diuresis potente de corta a media duración.

- Diuréticos tiazídicos: como hidroclorotiazida. Inhiben el cotransportador Na-Cl en el túbulo distal, produciendo una diuresis moderada y efectos antihipertensivos útiles.

- Diuréticos ahorradores de potasio: espironolactona y eplerenona (antagonistas de aldosterona) así como amilorida y triamtereno. Reducen la reabsorción de sodio y conservan potasio; pueden causar hiperpotasemia.

- Inhibidores de la anhidrasa carbónica: acetazolamida. Disminuyen la reabsorción de bicarbonato en el proximal y generan diuresis suave; menos empleada para edema, más utilizada en otras indicaciones.

- Diuréticos osmoticos: manitol. Ocasionan diuresis osmótica al aumentar la concentración plasmática retrasa la reabsorción de agua; utilizado en edema cerebral y glaucoma agudo.

Indicaciones y efectos

Se usan para reducir volumen circulante y presión arterial; efectos adversos comunes incluyen desequilibrios electrolíticos (hipopotasemia con diuréticos de asa y tiazídicos; hiperpotasemia con ahorradores de potasio), deshidratación, alkalosis metabólica y, con tiazídicos, hiperuricemia que puede precipitar gota. Aconsejable monitorización de electrolitos, función renal y presión arterial. Interacciones relevantes incluyen menor eficacia con AINEs y posibles efectos con litio o digoxina. Contraindicaciones generales incluyen anuria y deshidratación severa.