empleada

Empleada es la forma femenina de la palabra empleado y se usa para referirse a una persona que realiza un trabajo a cambio de salario. Se aplica a trabajadores de distintos sectores, como oficinas, tiendas, servicios o labores domésticas. El equivalente masculino es empleado; los plurales son empleadas y empleados. En particular, para describir a una trabajadora que realiza tareas en el hogar, a menudo se utiliza la expresión empleada doméstica.

En general, empleada es un término neutral para describir a una persona que está vinculada laboralmente por un contrato o relación de empleo. El género del sustantivo concuerda con el sexo de la persona; si no se especifica, algunos hablantes utilizan formas inclusivas o el masculino por defecto. Las condiciones laborales de una empleada están reguladas por las leyes laborales vigentes en cada país, incluyendo contrato, salario, jornada, seguridad y derechos.

Etymología: proviene del verbo emplear, que significa contratar o utilizar; el sustantivo se formó a partir de ese verbo para designar a la persona que realiza un trabajo a cambio de remuneración.