Hipocalemia

Hipocalemia es el término médico que describe una concentración baja de potasio en sangre, generalmente definida por valores séricos inferiores a 3,5 mmol/L. Se clasifica en leve (3,0–3,5 mmol/L), moderada (2,5–3,0 mmol/L) y grave (<2,5 mmol/L).

Las causas habituales incluyen pérdidas gastrointestinales (vómitos, diarrea), uso de diuréticos (especialmente de asa y tiazidas), hiperaldosteronismo, pérdidas renales por fármacos o enfermedades renales, ingestión insuficiente y desplazamiento del potasio hacia el interior celular por insulina, agonistas beta o alcalosis. La hipomagnesemia frecuente contribuye a la resistencia al tratamiento.

Los síntomas varían desde cansancio, debilidad muscular, calambres y estreñimiento hasta parestesias y, en casos severos, arritmias cardíacas y debilidad respiratoria. El electrocardiograma puede mostrar aplanamiento de la onda T, aparición de onda U, depresión del segmento ST e intervalos PR prolongados, indicativos de riesgo arrítmico.

El diagnóstico se basa en la medición de potasio sérico, evaluación clínica y pruebas complementarias (ECG, magnesio sérico, estudios de función renal). El tratamiento corrige la causa subyacente y repone potasio: vía oral en defectos leves o IV en casos graves o sintomáticos, siempre con monitorización y precaución en la velocidad y concentración de infusión. La corrección simultánea de magnesio es a menudo necesaria.

Las complicaciones principales son arritmias potencialmente letales, rabdomiólisis y alteración de la función respiratoria. La prevención incluye vigilancia en pacientes con factores de riesgo, ajuste de medicación y dieta rica en potasio cuando sea apropiado.