complicaciones

Las complicaciones son eventos adversos o secuelas que se producen durante o después de una enfermedad, un tratamiento o un procedimiento y que no formaban parte del curso esperado. Pueden cambiar el curso de una condición, aumentar la morbilidad y requerir intervenciones adicionales.

Pueden clasificarse por su causa (iatrogénicas, asociadas a la enfermedad), por su momento de aparición (agudas, crónicas) o por su gravedad (menores, mayores). También se distinguen por si son previsibles o imprevisibles y por si son compatibles con el tratamiento planificado o lo complican.

En medicina, ejemplos comunes incluyen infecciones en el postoperatorio, sangrado, trombosis, insuficiencia orgánica, o reacciones adversas a fármacos. En obstetricia, pueden ser preeclampsia, parto pretérmino o sufrimiento fetal. En enfermedades crónicas, pueden desarrollarse complicaciones como daño renal en la diabetes, retinopatía, neuropatía o fallas en órganos.

La prevención se basa en la valoración de riesgos, el uso de prácticas clínicas seguras, vigilancia adecuada, educación del paciente y adherencia a guías. El manejo consiste en identificar la complicación a tiempo, tratar la causa subyacente, brindar soporte y, cuando es posible, corregir o minimizar el daño.

La intensidad y el impacto de las complicaciones varían: algunas son leves y reversibles; otras pueden tener efectos duraderos o influir en el pronóstico general. La monitorización y la comunicación entre profesionales y pacientes son clave para reducir su incidencia y consecuencias.