omnivoridad

Omnivoridad, en biología, es la capacidad o estrategia de alimentarse de una combinación de fuentes dietéticas, principalmente plantas y animales. En humanos y en numerosas especies, la omnivoridad ofrece flexibilidad para explotar distintos recursos y soportar cambios estacionales, geográficos o ambientales.

Entre los mamíferos, ejemplos comunes de omnívoros incluyen osos pardos, cerdos y mapaches; en aves, urracas y cuervos; en insectos, algunas especies oportunistas. Muchos organismos son oportunistas, aumentando una parte vegetal o animal de su dieta según la disponibilidad. La omnivoridad puede influir en la estructura de comunidades al permitir que una especie se adapte y persista ante fluctuaciones de recursos, y puede afectar las redes tróficas y la competencia entre depredadores.

Desde el punto de vista evolutivo, la omnivoridad ha surgido de forma independiente en numerosos linajes. No corresponde a una categoría única, sino a un espectro; las adaptaciones anatómicas y fisiológicas varían desde dentición y enzimas digestivas flexibles hasta comportamientos de forrajeo amplios.

En humanos, la omnivoridad ha facilitado la colonización de una amplia variedad de entornos culturales y geográficos. Una dieta omnívora puede cubrir requerimientos nutricionales diversos, aportando proteínas, carbohidratos, grasas, fibra, vitaminas y minerales, pero depende de la calidad de las elecciones alimentarias. Dietas desequilibradas, ricas en alimentos procesados o altos en grasas saturadas y azúcares, pueden conllevar riesgos para la salud.

En resumen, omnivoridad describe la capacidad de una especie para nutrirse de plantas y animales, con implicaciones ecológicas, evolutivas y culturales relevantes.