midriáticos

Midriáticos son fármacos que producen midriasis, la dilatación de la pupila. En oftalmología se emplean para facilitar el examen del fondo de ojo, la realización de pruebas diagnósticas y la preparación de intervenciones quirúrgicas. Se clasifican principalmente en dos grupos: antimuscarínicos, que bloquean los receptores muscarínicos en el músculo esfínter de la pupila y, al hacerlo, provocan dilatación y a veces cicloplegia; y simpatomiméticos, que estimulan los receptores α1 del músculo dilatador para inducir dilatación.

Entre los antimuscarínicos se encuentran la atropina, la ciclopentolato y la tropicamida; entre los simpaticomiméticos, la fenilefrina es el más utilizado. Las formulaciones tópicas más comunes incluyen tropicamide (aproximadamente 0.5-1%), ciclopentolato (0.5-1%) y fenilefrina (2.5-10%), a veces en combinación con otros midriáticos. La duración de la midriasis varía: tropicamide suele durar 4-6 horas, fenilefrina alrededor de 3-6 horas; ciclopentolato puede durar más y la atropina puede provocar dilatación de varios días, especialmente en niños.

Los midriáticos pueden provocar fotofobia y visión borrosa transitoria, y pueden producir efectos sistémicos como taquicardia, sequedad de boca y, rara vez, confusión o arritmias, especialmente si hay absorción sistémica. Están contraindicados o deben usarse con precaución en pacientes con glaucoma de ángulo estrecho, hipertensión ocular, ciertas enfermedades cardiovasculares o en lactancia y en recién nacidos y niños pequeños. Se recomienda evaluar la necesidad de dilatación en cada paciente y advertir sobre la posibilidad de dificultad para conducir tras la instilación.