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hidratarse

Hidratarse es el acto de mantener un equilibrio adecuado de agua corporal mediante la ingesta de líquidos y de alimentos con alto contenido de agua. El agua sustenta funciones corporales clave como la termorregulación, la digestión, la circulación, el metabolismo y la lubricación de articulaciones y mucosas.

Las necesidades hídricas varían según la edad, el sexo, el clima, la actividad física y la salud.

La hidratación se logra principalmente con agua; durante el ejercicio o ante pérdidas por sudor, fiebre o

Señales de hidratación adecuada incluyen micción normal y orina de color claro; la sed puede ser un

Grupos con mayor riesgo de deshidratación son bebés, personas mayores y aquellas con enfermedades gastrointestinales, fiebre

Guías
generales
señalan
alrededor
de
2
litros
de
líquidos
diarios
para
las
mujeres
y
2,5
litros
para
los
hombres,
aunque
la
regla
de
“8
vasos
al
día”
no
es
universal.
Lo
más
fiable
es
beber
regularmente
y
responder
a
la
sed,
aumentando
la
ingesta
en
climas
cálidos
o
durante
el
ejercicio.
vómitos
o
diarrea,
pueden
ser
útiles
las
bebidas
con
electrolitos
para
reponer
sales
y
minerales.
Además,
los
alimentos
con
alto
contenido
de
agua,
como
frutas
y
verduras,
contribuyen
a
la
ingesta
total.
indicio
tardío.
La
deshidratación
leve
puede
provocar
boca
seca,
fatiga
o
menor
sudoración,
mientras
que
la
deshidratación
grave
requiere
atención
médica
(poca
orina,
mareos,
pulso
rápido,
confusión).
o
condiciones
crónicas.
Hidratarse
es
un
hábito
diario
y
un
componente
clave
de
la
salud
general.