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fiebre

La fiebre es una elevación de la temperatura corporal por encima de los valores normales, generalmente cuando la temperatura alcanza o supera 38°C. La temperatura varía según la persona y el método de medición; las temperaturas rectales suelen ser aproximadamente 0,5°C más altas que las orales. La fiebre se produce cuando pirogenos liberados por infecciones u otros procesos actúan en el hipotálamo para subir el punto de ajuste de la temperatura.

Las causas más comunes son infecciosas (virales o bacterianas). También puede haber fiebre no infecciosa por

Síntomas y diagnóstico: además de la temperatura elevada, la fiebre suele ir acompañada de escalofríos, sudoración,

Tratamiento: suele orientarse a la causa subyacente. Para reducir la fiebre y el malestar se pueden usar

Cuándo acudir: ante fiebre alta repentina (>39°C) en lactantes, personas mayores o con enfermedades crónicas, o

enfermedades
autoinmunes,
inflamatorias
o
neoplásicas,
reacciones
a
fármacos
(fiebre
inducida
por
fármacos)
o
deshidratación.
En
personas
con
sistemas
inmunitarios
débiles,
la
fiebre
puede
ser
más
prolongada
o
atípica.
malestar
general,
dolor
de
cabeza
o
muscular.
El
diagnóstico
se
basa
en
la
medición
de
la
temperatura
y
la
evaluación
clínica
para
identificar
la
causa.
En
adultos
sanos,
la
fiebre
típica
se
resuelve
en
pocos
días;
se
recomienda
buscar
atención
médica
si
persiste
más
de
3–5
días
o
si
aparecen
signos
de
alarma,
como
dificultad
para
respirar,
dolor
intenso,
confusión
o
erupciones.
antipiréticos
como
paracetamol
o
ibuprofeno,
siguiendo
las
dosis
adecuadas
y
contraindicaciones.
Evite
la
aspirina
en
niños
y
adolescentes.
Mantener
una
buena
hidratación
y
descanso
facilita
la
recuperación.
ante
fiebre
acompañada
de
dolor
intenso,
dificultad
para
respirar,
rigidez
de
cuello,
confusión,
erupciones
o
signos
de
deshidratación,
se
debe
buscar
atención
médica
urgente.