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entumecimiento

El entumecimiento, o anestesia parcial, es la pérdida de sensibilidad en una zona del cuerpo debido a una alteración en la transmisión de las señales nerviosas. Puede presentarse como reducción de la sensibilidad, sensación de hormigueo o adormecimiento, o como debilidad en la zona afectada. A veces es temporal y desaparece al cabo de minutos u horas; en otros casos puede ser crónico. Un inicio súbito o focal puede requerir atención médica, especialmente si se acompaña de debilidad, dificultad para hablar, visión borrosa o dolor intenso.

Las causas son diversas y se agrupan en nerviosas, circulatorias, autoinmunes e infecciosas, entre otras. la

El diagnóstico se basa en la historia clínica y el examen neurológico. Se complementa con pruebas como

El tratamiento depende de la causa subyacente. Puede incluir manejo de la diabetes, supresión de compresión

entumecimiento
puede
deberse
a
compresión
nerviosa
(por
ejemplo,
síndrome
del
túnel
carpiano,
hernias
de
disco),
neuropatías
periféricas
por
diabetes,
deficiencias
nutricionales
(vitamina
B12),
alcoholismo,
infecciones,
lesiones
traumáticas,
o
enfermedades
autoinmunes
(esclerosis
múltiple,
Guillain‑Barré).
También
puede
ocurrir
tras
daño
cerebral
o
medular,
o
por
efectos
de
ciertos
fármacos
o
toxinas.
El
entumecimiento
puede
ser
periférico
(extremidades)
o
central
(cefálica
o
medular)
según
la
causa.
electromiografía
y
estudio
de
conducción
nerviosa,
resonancia
magnética
o
tomografía
para
descartar
lesiones
en
el
sistema
nervioso
central,
y
análisis
de
sangre
para
detectar
diabetes,
deficiencias
nutricionales,
función
renal/hepática
y
otras
condiciones.
El
diagnóstico
diferencial
incluye
parestesias,
dolor
neuropático
y
otras
afecciones
neurológicas.
nerviosa,
suplementos
de
B12,
tratamiento
de
infecciones
o
trastornos
autoinmunes,
y
fármacos
para
el
dolor
neuropático.
En
casos
agudos,
la
atención
de
urgencia
es
crucial
si
hay
signos
de
accidente
vascular
o
daño
grave
del
sistema
nervioso.
La
prevención
se
centra
en
controlar
factores
de
riesgo,
mantener
una
buena
nutrición
y
evitar
presiones
prolongadas
sobre
extremidades.
El
pronóstico
varía;
algunos
casos
son
reversibles
con
tratamiento
oportuno,
mientras
otros
pueden
ser
crónicos.