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alcoholismo

El alcoholismo, o trastorno por uso de alcohol, es una condición de consumo problemático de alcohol que provoca deterioro o malestar significativo en la vida diaria. En DSM-5 se denomina trastorno por uso de alcohol; en ICD-11 se especifica como un trastorno por uso de alcohol. Se caracteriza por un patrón de ingesta que facilita la dependencia física o psicológica, con síntomas recurrentes durante al menos 12 meses.

Causas y factores: la vulnerabilidad genética, antecedentes familiares, factores neurobiológicos, consumo temprano, estrés, comorbilidades psiquiátricas y

Señales y complicaciones: tolerancia, abstinencia, deseo persistente de beber, intentos fallidos de reducir, mucho tiempo dedicado

Diagnóstico: se realiza a partir de historia clínica y evaluación de hábitos de consumo, funcionamiento y consecuencias.

Tratamiento: enfoque integral que puede incluir desintoxicación médica, farmacoterapia (naltrexona, acamprosato, disulfiram), y psicoterapia (entrevista motivacional,

Pronóstico y prevención: la condición suele ser crónica y recaídas son comunes, pero la abstinencia sostenida

la
influencia
social
y
cultural
pueden
contribuir
al
desarrollo
y
la
persistencia
del
trastorno.
al
consumo,
conflictos
interpersonales,
abandono
de
actividades
y
consumo
en
situaciones
peligrosas.
Salud:
hígado
(esteatosis,
cirrosis),
pancreatitis,
cardiopatías,
hipertensión,
cáncer,
y
trastornos
neurológicos
o
psiquiátricos
asociados.
Se
utilizan
herramientas
de
tamizaje
como
AUDIT
o
CAGE
para
orientar
la
evaluación;
el
diagnóstico
se
confirma
por
criterios
clínicos
que
indican
deterioro
en
varias
áreas
de
la
vida.
terapia
cognitivo-conductual).
El
apoyo
de
grupos
y
el
manejo
de
comorbilidades
son
componentes
importantes,
junto
con
estrategias
de
reducción
de
daño
y
rehabilitación.
o
la
reducción
del
consumo
mejoran
la
calidad
de
vida.
La
prevención
se
apoya
en
educación,
políticas
de
salud
pública
y
acceso
a
tratamiento
adecuado.