andrógeno

El término andrógeno designa a un grupo de hormonas esteroides encargadas de promover y mantener las características sexuales masculinas y la función reproductiva. Los principales andrógenos endógenos son la testosterona y la dihidrotestosterona (DHT). Se sintetizan principalmente en las células de Leydig de los testículos, en menor medida en los ovarios y en la corteza suprarrenal de ambos sexos. En la circulación, la mayor parte de los andrógenos circula unidos a proteínas como la globulina de unión a hormonas sexuales y la albúmina.

Mecanismo de acción: los andrógenos se unen al receptor androgénico (AR) en el citosol o en el núcleo, y el complejo hormona-receptor regula la expresión génica. Los efectos dependen de la disponibilidad de testosterona y DHT, de la presencia de AR en los tejidos y de otros cofactores, dando lugar a respuestas variables en diferentes tejidos.

Biosíntesis y metabolismo: el colesterol es el precursor; a través de una ruta en la que intervienen enzimas como desmolasa y 17β-hidroximetilcoenzima A, se generan testosterona y DHT (la DHT se obtiene por conversión de testosterona mediante 5-alfa-reductasa). Los andrógenos se metabolizan en el hígado y se excretan principalmente como conjugados.

Funciones y clínica: en los hombres, regulan el desarrollo de órganos sexuales, la maduración sexual, la espermatogénesis y la masa muscular. En las mujeres, desempeñan roles más locales pero importantes en la libido, la ovulación y la densidad ósea. Alteraciones pueden incluir hipogonadismo, hiperandrogenismo y resistencia a los andrógenos; tratamientos con antiandrógenos o terapias de sustitución son usados en diversas condiciones, incluido el cáncer de próstata y la terapia de afirmación de género.

Historia: el estudio de los andrógenos se consolidó a principios del siglo XX; la testosterona fue aislada en la década de 1930, y el trabajo de Butenandt y Ruzicka llevó a premios Nobel en química por sus aportes a las hormonas sexuales.