actuadores

Un actuador es un dispositivo que transforma una fuente de energía en movimiento mecánico. Puede generar movimiento lineal o rotatorio y es una pieza central de los sistemas de automatización y robótica. A diferencia de los sensores, que miden variables, los actuadores producen acción física. Su comportamiento se controla mediante un sistema de control que determina dirección y magnitud del movimiento.

Los principales tipos se clasifican por la fuente de energía: eléctricos, hidráulicos, neumáticos y otros como piezoeléctricos o memorias de forma. Los actuadores eléctricos, que incluyen motores DC, paso a paso y servomotores, ofrecen posicionamiento preciso y control de velocidad. Los hidráulicos proporcionan alta fuerza y par a bajas velocidades, para cargas grandes. Los neumáticos emplean aire comprimido; son simples y económicos, útiles para movimientos rápidos pero con precisión limitada. Los actuadores piezoeléctricos y de memorias de forma permiten desplazamientos finos y respuestas rápidas, útiles en precisión y en espacios reducidos.

La mayoría funcionan en sistemas de control abierto o cerrado. En los cerrados se utilizan sensores (encoders, potenciómetros, escalas lineales) para corregir posición o velocidad. La elección depende de carga, velocidad, precisión y entorno. Factores como eficiencia y temperatura de operación también influyen.

Se utilizan en robótica, maquinaria CNC, aeronáutica, automoción, automatización de edificios y dispositivos médicos. Los avances actuales buscan actuadores más compactos, eficientes y con sensores integrados, frecuentemente en soluciones modulares o “smart actuators” que facilitan diagnóstico y mantenimiento.