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vasoconstrictores

Los vasoconstrictores son sustancias que inducen la contracción del músculo liso de las paredes de los vasos sanguíneos, lo que provoca un estrechamiento del diámetro vascular. Este efecto reduce la calibre de las arteriolas y, en algunos casos, de las venulas, aumentando la resistencia vascular periférica y la presión arterial. Se pueden clasificar en vasoconstrictores endógenos (naturales del organismo) y vasoconstrictores farmacológicos (agentes utilizados en medicina).

En cantidad y mecanismo, la mayoría de los vasoconstrictores farmacológicos actúan principalmente sobre receptores del músculo

Ejemplos y usos clínicos: entre los vasoconstrictores farmacológicos se encuentran la norepinefrina (noradrenalina), utilizada como vasopresor

Efectos adversos y consideraciones: la excesiva vasoconstricción puede reducir la perfusión tisular y provocar isquemia de

liso.
Los
receptores
α1-adrenérgicos
son
el
blanco
principal
de
muchos
fármacos,
que
provocan
contracción
del
músculo
vascular.
Otros
mecanismos
incluyen
activación
de
receptores
V1
de
la
vasopresina
o
de
receptores
AT1
por
la
angiotensina
II.
Algunos
fármacos
presentan
efectos
mixtos,
como
la
adrenalina,
que
actúa
sobre
receptores
α
y
β,
produciendo
vasoconstricción
y,
en
ciertos
contextos,
incremento
de
la
frecuencia
cardíaca
y
del
gasto
cardíaco.
de
elección
en
hipotensión
y
shock;
la
fenilefrina,
empleada
para
mantener
la
presión
arterial
durante
procedimientos
y
como
descongestionante
nasal;
la
vasopresina
y
la
angiotensina
II
(agonista
del
receptor
AT1)
en
shock
refractario;
y,
en
contextos
tópicos,
la
oximetazolina
o
la
xilometazolina
para
congestión
nasal.
También
se
utiliza
en
dosis
altas
la
dopamina,
sobre
todo
en
entornos
de
cuidados
intensivos.
órganos;
la
extravasación
de
fármacos
vasoconstrictores
puede
causar
necrosis
local;
pueden
ocurrir
hipertensión,
arritmias
y
dolor
de
cabeza.
Su
uso
se
controla
para
mantener
la
perfusión
adecuada
y
evitar
complicaciones.