traumatismos

Traumatismo es cualquier daño al cuerpo causado por un agente externo, que puede ir desde una lesión menor hasta un daño grave que compromete la vida. Los traumatismos pueden afectar piel, mucosas, músculos, huesos y órganos internos, y suelen clasificarse por mecanismo, gravedad y localización.

La clasificación más común distingue entre traumatismos contusos o cerrados y traumas penetrantes o abiertos. También se separa entre lesiones locales únicas y lesiones múltiples, y entre daños a superficies (cortes, quemaduras) y lesiones internas (hemorragias, contusiones de órganos). Dentro de la atención médica se utiliza la evaluación regional y la gravedad, que va desde leve hasta shock y fallo multiorgánico.

Las causas incluyen accidentes de tráfico, caídas, lesiones deportivas, violencia o daños laborales. Las lesiones suelen presentarse en cabeza, tórax, abdomen, columna y extremidades, y a menudo coexisten varias lesiones en un mismo incidente. Las complicaciones posibles abarcan sangrados, infecciones, lesiones neurológicas, daño pulmonar y síndrome de dificultad respiratoria.

La evaluación inicial sigue el enfoque ABCDE: Airway (vía aérea), Breathing (ventilación), Circulation (circulación), Disability (estado neurológico) y Exposure/Environment (exposición y temperatura). Se realizan historia y examen físico complementados por pruebas complementarias (hemograma, coagulación, radiografías, ecografía FAST, tomografía computarizada) según la región afectada. El manejo puede requerir inmovilización, control de hemorragias, analgesia, y, cuando corresponde, intervenciones quirúrgicas o endovasculares.

La prevención incluye medidas de seguridad vial, uso de equipos de protección y protocolos laborales. El pronóstico depende de la gravedad, la rapidez de atención y las lesiones asociadas; la rehabilitación a menudo es clave para la recuperación funcional.