pupilares

Los pupilares son las aberturas en el iris que permiten la entrada de luz al ojo, regulando la cantidad de luz que llega a la retina. Su tamaño varía dinámicamente en respuesta a la iluminación, al enfoque y a estados emocionales o de atención.

El tamaño de los pupilares está controlado por dos grupos de músculos del iris. El músculo esfínter pupilar contrae para reducir el tamaño de la pupila (miosis), mientras que el músculo dilatador del iris agranda la pupila (midriasis). El control es principalmente autónomo: la vía parasimpática produce miosis y la vía simpática produce midriasis. Los reflejos pupilares, como el reflejo fotomotor, permiten que el tamaño de la pupila se ajuste casi instantáneamente ante cambios de luz; estos reflejos pueden evaluarse para valorar la función nerviosa óptica y oculomotora.

En la práctica clínica, la evaluación de las respuestas pupilares es parte del examen neurológico y oftalmológico. Se observan la reactividad a la luz, la respuesta a la acomodación y la presencia de anisocoria (pupilas de tamaños diferentes). La excitación, medicación, o trastornos neurológicos pueden alterar estas respuestas, con etiologías que incluyen daños en el nervio óptico, el nervio oculomotor o el hipotálamo, así como efectos farmacológicos.

Variantes y patologías comunes incluyen anisocoria fisiológica, dilatación o constricción anómalas por fármacos (por ejemplo, anticolinérgicos o agonistas muscarínicos) y condiciones como Horner, neuropatía óptica o parálisis del tercer par craneal. La observación de los pupilares, junto con otros signos, aporta información clave sobre el estado neurológico y ocular del individuo.