olfatometría

La olfatometría es la disciplina que evalúa la capacidad olfativa de una persona mediante estímulos odoríferos controlados, con el objetivo de medir umbrales, discriminación e identificación de olores. Se apoya en la utilización de olfactómetros, dispositivos que generan olores a concentraciones conocidas y de modo repetible, para realizar pruebas psicofísicas de la olfacción.

Entre los métodos habituales se encuentran las pruebas de umbral de detección, que emplean series ascendentes o descendentes de concentraciones de un compuesto odorífero para estimar la sensibilidad del individuo. Los olfactómetros dinámicos de dilución en aire permiten entregar estímulos de forma precisa y sin contaminaciones cruzadas. En la práctica clínica y de investigación se utilizan baterías estandarizadas como Sniffin’ Sticks, que evalúa umbral (T), discriminación (D) e identificación (I), y produce una puntuación TDI. Otra batería ampliamente empleada es el University of Pennsylvania Smell Identification Test (UPSIT), un test de identificación de olores con 40 ítems.

Aplicaciones: la olfatometría se emplea en la evaluación clínica de trastornos del olfato (anosmia, hiposmia, parosmia), en la planificación y seguimiento de tratamientos nasales o cirugía, y en diagnóstico de pérdidas olfativas postvirales o traumaticas. También tiene uso en monitoreo ambiental, seguridad industrial y en la industria alimentaria y de fragancias para calibrar paneles sensoriales y evaluar productos.

Limitaciones: los resultados pueden verse afectados por atención, estado cognitivo, cultura, idioma y educación; además varían con la edad, el sexo y el protocolo empleado, por lo que es necesario contar con normas de referencia adecuadas.