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linfadenopatía

La linfadenopatía, también llamada linfadenopatía, es el aumento del tamaño de los ganglios linfáticos. Se manifiesta como una masa palpable que puede ser móvil y no dolorosa o, con más frecuencia, dolorosa en la inflamación aguda. Se clasifica en localizada, cuando afecta a un grupo de ganglios regionales, o generalizada, cuando hay afectación de dos o más grupos no contiguos.

Las causas son diversas. Las más comunes son procesos infecciosos y reacciones inflamatorias. En adultos pueden

La historia clínica y el examen físico guían la orientación diagnóstica. Factores de alarma son dolor progresivo,

Tratamiento: depende de la causa subyacente. Las linfadenopatías virales suelen resolverse sin tratamiento específico; las infecciones

indicar
neoplasias
(linfoma,
leucemia)
o
metástasis
de
tumores.
Otras
causas
incluyen
infecciones
virales
(p.
ej.,
EBV,
CMV),
bacterianas
(tuberculosis,
Bartonella),
fúngicas
y
enfermedades
autoinmunes
(lupus,
artritis
idiopática
juvenil).
Los
fármacos
también
pueden
inducir
linfadenopatía.
nodos
duros,
fijos
o
supraclaviculares,
fiebre,
sudores
nocturnos
o
pérdida
de
peso.
Pruebas
iniciales
útiles
incluyen
hemograma,
velocidad
de
sedimentación
globular
o
PCR,
y
serologías
orientadas
según
la
sospecha
clínica.
La
ecografía
de
los
ganglios
ayuda
a
caracterizarlos.
Si
la
linfadenopatía
persiste
más
de
4–6
semanas,
o
hay
sospecha
de
malignidad,
se
recomienda
biopsia
o
derivación
a
un
especialista.
En
algunos
casos
se
requieren
tomografía
o
resonancia
para
evaluar
extensión.
bacterianas
requieren
antibióticos;
las
condiciones
autoinmunes
se
manejan
apropiadamente;
los
linfomas
y
metástasis
requieren
orientación
oncológica.
El
pronóstico
varía
según
la
etiología
y
la
respuesta
al
tratamiento.