immuntolerancia

La inmunotolerancia (tolerancia inmunitaria) es un estado en el que el sistema inmunitario no responde de forma perjudicial frente a ciertos antígenos. Este fenómeno es fundamental para evitar respuestas autoinmunes frente a tejidos propios y para mantener la defensa frente a patógenos. La tolerancia puede establecerse durante el desarrollo o adquirirse posteriormente y se describe como tolerancia central, que ocurre durante la maduración de linfocitos, y tolerancia periférica, que actúa sobre células ya en circulación y tejidos.

Los mecanismos de la tolerancia incluyen la eliminación clonal de células autoreactivas durante la maduración (deleción), la edición de receptores en linfocitos B, la anergia funcional cuando no hay señales de coestímulo, y la supresión mediada por células T reguladoras (Treg, expresan Foxp3) que secretan IL-10 y TGF-β. También intervienen la ignorancia inmunitaria, cuando el antígeno no llega a ser reconocido, y la presentación de antígenos por células presentadoras de antígenos tolerogénicas.

La tolerancia tiene varias aplicaciones y ejemplos naturales. Evita la autoinmunidad; la tolerancia oral a antígenos dietéticos y la tolerancia materno-fetal durante el embarazo son ejemplos de control periférico. En trasplantes, inducir tolerancia puede reducir el rechazo; en oncología, la tolerancia tumoral puede facilitar la evasión por parte de los tumores. En neonatos, se desarrolla de forma natural para prevenir respuestas inmunitarias frente a antígenos ambientales.

En investigación y medicina, la tolerancia se persigue para tratar autoinmunidades y alergias y para lograr trasplantes más duraderos. Las estrategias incluyen terapias con células T reguladoras, dendríticas tolerogénicas, approches de tolerancia y modulaciones de coestímulos como CTLA-4 o PD-1. Aunque no es absoluta, la tolerancia guía intervenciones para equilibrar la defensa frente a patógenos con la prevención de respuestas contra el propio organismo.