elektrolitos

Los electrolitos son minerales que se disuelven en los fluidos corporales para formar iones positivos o negativos. Estos iones permiten mantener el equilibrio osmótico, generar impulsos eléctricos y conducir señales entre células. Desempeñan un papel esencial en la hidratación, la función nerviosa, la contracción muscular y la regulación del pH sanguíneo.

Los electrolitos principales en el cuerpo humano son sodio (Na+), potasio (K+), calcio (Ca2+), magnesio (Mg2+), cloruro (Cl-), bicarbonato (HCO3-) y fosfato (PO4 3-). Algunos también incluyen otros iones como sulfato y, en contextos específicos, hierro. El sodio y el cloruro dominan el volumen extracelular y la presión arterial; el potasio regula el estado intracelular y la excitabilidad cardíaca y muscular; el calcio y el magnesio intervienen en la contracción muscular y la transmisión nerviosa; el bicarbonato actúa como tampón para mantener el pH.

El equilibrio de electrolitos se mantiene mediante la ingesta de agua y sales, la función renal y hormonas como la aldosterona. La alteración puede ocurrir por deshidratación, enfermedad renal, trastornos hormonales o uso de ciertos fármacos, y puede manifestarse como hiponatremia, hiperkalemia, hipocalemia, desbalances de bicarbonato o acidosis/alcalosis.

La medición se realiza mediante un perfil de electrolitos en suero. En la intervención clínica se utilizan soluciones de rehidratación oral o soluciones intravenosas para corregir déficits. En el ámbito deportivo, bebidas con electrolitos ayudan a reponer sales y agua durante o después de la actividad física.