elastografia

Elastografía es una técnica de imagen que evalúa la elasticidad o rigidez de los tejidos. Se fundamenta en generar una perturbación mecánica en el tejido y observar su respuesta, para producir mapas que reflejan la rigidez local. Existen principalmente dos familias de elastografía: la de ultrasonido y la de imágenes por resonancia magnética (MR).

En la elastografía por ultrasonido, se distinguen la elastografía por deformación (strain) y la elastografía por ondas de corte (shear wave). En la primera se adquiere la deformación relativa tras una compresión suave; en la segunda se genera una perturbación por impulsos de fuerza y se mide la velocidad de las ondas de corte, que se convierte en índices de rigidez expresados en kilopascales (kPa) o en metros por segundo (m/s). Los mapas de rigidez se superponen a la imagen B-mode y pueden ser semicuantitativos o cuantitativos, dependiendo del sistema y del protocolo.

La elastografía por resonancia magnética utiliza dispositivos mecánicos para inducir ondas de baja frecuencia que se propagan por el tejido; la resonancia magnética captura la propagación de esas ondas y genera mapas de rigidez cuantitativos. Es especialmente útil para órganos profundos, como el hígado, y no depende tanto del operador, pero implica mayor coste y tiempo.

Las indicaciones más comunes son la estimación de fibrosis hepática no invasiva, la caracterización de lesiones mamarias y nodulares tiroideos, la evaluación de la rigidez prostática, y exploraciones en páncreas o tejidos musculoesqueléticos. En la hepatología, la rigidez hepática correlaciona con la gravedad de la fibrosis y ayuda a decidir tratamiento.

Entre las limitaciones se cuentan la variabilidad entre equipos, la dependencia del operador en elastografía de ultrasonido por deformación, la influencia de la atenuación, el edema o la inflamación, y la susceptibilidad a movimientos. La elastografía por RM es más costosa y menos disponible, y no existe una estandarización universal de valores limítrofes entre plataformas; los puntos de corte varían según el protocolo y el tejido evaluado.