anaerobico

El término anaeróbico (del griego an, sin, y aeros, aire) se emplea en biología para describir procesos, organismos o ambientes que funcionan sin oxígeno o con niveles de oxígeno muy bajos.

Existen dos modos principales de obtener energía sin oxígeno: la respiración anaeróbica y la fermentación. En la respiración anaeróbica, microorganismos usan aceptores de electrones distintos del oxígeno (nitrato, sulfato, CO2) para generar ATP. En la fermentación, el sustrato orgánico regenera NAD+ y produce productos como lactato, etanol y CO2, permitiendo que la glucólisis siga.

Los organismos se clasifican por su tolerancia al oxígeno: obligados, que no toleran O2; facultativos, que pueden prosperar con o sin oxígeno; y aerotolerantes, que no usan O2 pero toleran su presencia. Se encuentran en sedimentos, pantanos, intestinos y en procesos industriales de fermentación; ejemplos incluyen Clostridium y Bacteroides, entre otros, y las arqueas metanogénicas.

En humanos, la vía anaeróbica se activa durante esfuerzos breves cuando la entrega de O2 es insuficiente. La glucólisis anaeróbica genera ATP y lactato, contribuyendo a la fatiga muscular. Las bacterias anaerobias también intervienen en salud e infección cuando proliferan en entornos sin oxígeno.

Las aplicaciones incluyen la digestión anaeróbica de residuos para biogás (metano) y digestato, y la producción de alimentos y bebidas mediante fermentaciones, como yogur, queso, pan y bebidas alcohólicas.