Hidroprocesamiento

Hidroprocesamiento es un conjunto de procesos catalíticos de refinación que emplean hidrógeno para convertir y purificar las fracciones del petróleo. Su objetivo es mejorar la calidad de los combustibles al eliminar o reducir contaminantes como azufre, nitrógeno y metales, saturar anillos aromáticos y aumentar la estabilidad y la compatibilidad de los productos finales.

Entre los procesos más comunes se encuentran la hidrodesulfuración (HDS), la hidrodenitración (HDN), la hidrocracking, la hidroisomerización y el hidrofinishing. Estos procesos suelen usar catalizadores a base de sulfuro de molibdeno o de níquel con molibdeno (por ejemplo NiMo/Al2O3 o CoMo/Al2O3) y, en algunas etapas, catalizadores con zeolitas y metales nobles para funciones específicas. Las condiciones operativas implican presión elevada de hidrógeno y temperaturas típicas que permiten activar moléculas grandes y reducir su contenido de azufre, nitrógeno y ácidos, al tiempo que generan productos más ligeros y magistralmente saturados.

Los fluidos tratados suelen ser fracciones de gasóleo, como AGO o VGO, y, en etapas avanzadas, residuos destilables. Los productos resultantes incluyen diésel con bajo contenido de azufre, gasolinas con mayor octanaje, nafta de alto rendimiento y materias para lubricantes. La hidroprocesación ofrece alta selectividad y capacidad de conversión, a costa de un consumo considerable de hidrógeno y de inversiones en unidades y sistemas de manejo de azufre y de gas de proceso.

En suma, el hidroprocesamiento es fundamental para cumplir normas de calidad de combustibles y reducir impactos ambientales, a la vez que optimiza la rentabilidad de las refinerías mediante la conversión de fracciones pesadas en productos de mayor valor.