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parassimpática

La parassimpática, o sistema nervioso parasimpático, es una de las dos divisiones del sistema nervioso autónomo, junto con la simpática. Su función principal es conservar y restaurar la energía durante el reposo, favoreciendo procesos de digestión, excreción y reproducción. Su control se conoce como cráneosacral, porque las vías salen de los núcleos en el tronco encefálico (nervios III, VII, IX y X) y de la región sacra de la médula espinal (S2–S4). Las neuronas preganglionares son largas, y las posganglionares, cortas; sus ganglios se encuentran cerca o dentro de los órganos diana (ganglios terminales o intramurales). La principal neurotransmisión utiliza acetilcolina en ambas sinapsis: la ACh actúa sobre receptores nicotínicos en los ganglios y sobre receptores muscarínicos en los órganos.

Entre sus efectos destacan: disminución de la frecuencia cardíaca; broncoconstricción; aumento de la motilidad y secreciones

En clínica, los fármacos antimuscarínicos bloquean los efectos parasimpáticos mediante el bloqueo de receptores muscarínicos, mientras

gastrointestinales;
aumento
de
la
salivación,
de
las
lágrimas
y
de
la
secreción
glandular;
contracción
del
iris
(miosis)
y
aumento
de
la
visión
cercana;
promoción
de
la
micción
y
de
la
defecación;
y,
en
la
excitación
sexual,
la
erección
en
los
humanos.
En
general,
favorece
el
restablecimiento
de
la
homeostasis
y
la
conservación
de
energía.
que
los
inhibidores
de
la
acetilcolinesterasa
aumentan
la
acción
de
ACh.
El
sistema
parasimpático
funciona
como
contrapeso
del
sistema
simpático,
que
prepara
al
organismo
para
la
acción.