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intubación

La intubación, o intubación traqueal, es un procedimiento médico cuyo objetivo es asegurar la permeabilidad de la vía aérea y facilitar la ventilación y, cuando procede, la administración de fármacos y oxígeno. Por lo general se realiza colocando un tubo endotraqueal en la tráquea, con apoyo de un laringoscopio o videolaringoscopio; en algunos casos se requieren relajantes musculares y sedación.

Las indicaciones incluyen insuficiencia respiratoria, obstrucción de la vía aérea, necesidad de ventilación mecánica durante cirugía

Procedimiento típico: el paciente se preoxigena, se inducen anestesia y, si procede, se administra relajante muscular.

Seguridad y complicaciones: la verificación de la colocación debe incluir capnografía en tiempo real. Las complicaciones

Consideraciones especiales: en pediatría se emplean tamaños y técnicas específicos; ante vías aéreas difíciles se siguen

o
en
unidades
de
cuidados
intensivos,
y
protección
de
la
vía
aérea
ante
el
riesgo
de
aspiración.
La
vía
más
común
es
la
orotraqueal;
la
nasotraqueal
se
emplea
en
situaciones
específicas,
y
pueden
existir
vías
temporales
cuando
no
es
posible
la
vía
oral.
Se
introduce
el
tubo
entre
las
cuerdas
vocales
y
se
avanza
hacia
la
tráquea,
con
o
sin
visualización
directa.
Tras
confirmar
la
posición,
se
fija
el
tubo,
se
infla
el
manguito
a
una
presión
adecuada
y
se
verifica
la
colocación
mediante
capnografía,
auscultación
y
observación
de
la
expansión
torácica.
posibles
incluyen
lesión
dental
o
laríngea,
aspiración,
hipoxemia,
barotrauma
y
neumotórax.
Cuidados
poscolocación:
monitorización
continua,
mantenimiento
adecuado
de
la
cuff
(tensión
típica
de
20–30
cm
H2O
en
adultos)
y
ajuste
del
tubo
para
evitar
desplazamientos.
algoritmos
estructurados;
en
situaciones
de
emergencia
se
pueden
usar
dispositivos
supraglotticos
o
videolaringoscópicos.
La
seguridad
depende
de
la
formación
del
equipo
y
del
plan
de
manejo
de
crisis.