injerto

Un injerto es un procedimiento médico o quirúrgico mediante el cual tejido es trasladado de un lugar a otro del propio organismo o entre individuos para reparar, reemplazar o mantener la función de un órgano o estructura.

En medicina, los injertos se clasifican por origen: autoinjerto (mismo individuo), aloinjerto o alogénico (de otro individuo de la misma especie), isoinjerto (idéntico genotipo, por ejemplo gemelos idénticos), y xenoinjerto (de otra especie). También por tipo de tejido: injerto de piel, injerto óseo, injerto cartilaginoso, tendinoso, vascular, o de médula ósea, entre otros.

En botánica, injerto o grafting es la técnica mediante la cual se une una porción de tallo o rama (el injerto) con un porta-injerto para que crezcan como una sola planta, permitiendo combinar rasgos como resistencia o tamaño. Esta práctica es común para propagar variedades deseables y adaptar plantas a distintas condiciones.

El procedimiento típico implica la selección de tejido compatible, la preparación del receptor y la fijación mediante suturas, injertos o anastomosis, y, cuando corresponde, la reconexión de vasos sanguíneos. En algunos casos se requieren técnicas microquirúrgicas para lograr la unión funcional adecuada.

Las ventajas incluyen facilitar la reparación de áreas dañadas cuando no es posible usar tejido propio inmediato. El autoinjerto presenta menor riesgo de rechazo; los aloinjertos pueden requerir inmunosupresión y los xenoinjertos presentan mayores complicaciones inmunológicas. Las complicaciones pueden incluir infección, dolor, pérdida del injerto o mala unión, y en injertos óseos, consolidación retardada o no unión.

Entre los usos destacan la medicina reconstructiva, la cirugía plástica y ortopédica, la odontología, y, en horticultura, la propagación de cultivares y la mejora de rasgos agronómicamente deseables.