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inmunosupresión

La inmunosupresión es la reducción de la actividad del sistema inmunitario, que puede ser fisiológica o inducida. En medicina, se emplea para prevenir el rechazo de órganos o para tratar enfermedades autoinmunes, pero aumenta la vulnerabilidad a infecciones y neoplasias.

Puede ser farmacológica, por enfermedades o por malnutrición. En la práctica clínica, la inmunosupresión se utiliza

El mecanismo principal es la inhibición de la función de linfocitos T; también afecta a linfocitos B

Contextos clínicos: se emplea trasplante de órganos para evitar el rechazo, en enfermedades autoinmunes y en

Riesgos y monitorización: la inmunosupresión incrementa el riesgo de infecciones virales, bacterianas y fúngicas, así como

En la práctica se busca un balance entre eficacia terapéutica y seguridad. La reducción de dosis o

para
evitar
el
rechazo
de
trasplantes
y
para
tratar
enfermedades
autoinmunes.
Los
fármacos
más
comunes
incluyen
corticosteroides,
inhibidores
de
calcineurina
(ciclosporina,
tacrolimus),
antimetabolitos
(micofenolato,
azatioprina)
y
agentes
biológicos.
y
a
la
activación
de
células
presentadoras,
lo
que
disminuye
la
producción
de
citocinas
y
la
respuesta
inmunitaria.
tratamientos
oncohematológicos.
También
se
utiliza
en
determinadas
condiciones
inflamatorias
para
controlar
la
respuesta
inmunitaria
que
agrava
la
enfermedad.
la
posibilidad
de
desarrollo
de
neoplasias.
Su
manejo
requiere
vigilancia
de
recuentos
sanguíneos,
niveles
de
fármacos,
y,
cuando
procede,
profilaxis
antimicrobiana
y
vacunación
adecuada.
interrupción
de
fármacos
puede
ser
necesaria
ante
infecciones
o
toxicidades;
la
educación
del
paciente
y
la
vigilancia
clínica
son
esenciales.