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infertilidad

La infertilidad es la incapacidad de concebir tras 12 meses de relaciones sexuales regulares sin protección, o 6 meses si la mujer tiene 35 años o más. Afecta a una proporción significativa de las parejas en edad reproductiva y varía según la región y los criterios diagnósticos, estimándose entre un 8 y un 12% a nivel mundial.

Las causas pueden ser femeninas, masculinas, mixtas o inexplicadas. En las mujeres destacan los trastornos de

El diagnóstico se realiza mediante historia clínica y exploración, se complementa con análisis de semen, evaluación

El manejo debe individualizarse según la causa y la edad. En muchos casos basta con cambios de

la
ovulación,
la
enfermedad
de
las
trompas
(daño
tubárico),
la
endometriosis
y
la
disminución
de
la
reserva
ovárica
asociada
a
la
edad.
En
los
hombres,
problemas
de
producción
o
función
de
los
espermatozoides,
obstrucciones
o
desequilibrios
hormonales.
Las
circunstancias
pueden
combinarse;
en
muchos
casos
no
se
identifica
una
causa
clara
(infertilidad
inexplicable).
Factores
de
riesgo
incluyen
la
edad
avanzada,
peso
extremo,
tabaquismo,
consumo
excesivo
de
alcohol,
ciertos
medicamentos
y
antecedentes
de
infecciones
pélvicas
o
tratamientos
onerosos.
de
la
ovulación
y
pruebas
de
imagen
como
ecografía
pélvica
y,
si
corresponde,
histerosalpingografía.
También
pueden
evaluarse
la
reserva
ovárica
(AMH,
recuento
de
folículos)
y,
según
el
caso,
pruebas
genéticas
o
exploraciones
quirúrgicas
para
detectar
anomalías.
estilo
de
vida
y
control
de
la
concepción.
Medications
para
estimular
la
ovulación
(clomifeno,
letrozol)
son
opciones
habituales.
Las
tecnologías
de
reproducción
asistida
incluyen
la
inseminación
intrauterina
y
la
fertilización
in
vitro,
a
menudo
con
ICSI.
En
ciertas
situaciones
se
utilizan
donación
de
óvulos
o
embriones,
o
gestación
por
sustitución.
Las
opciones
quirúrgicas
pueden
corregir
bloqueos
tubáricos
o
tratar
la
endometriosis.
El
pronóstico
depende
de
la
causa
y
la
edad,
y
el
apoyo
emocional
es
un
aspecto
importante
del
manejo.