onerosos

El término oneroso, en plural onerosos, se utiliza para describir contratos y obligaciones que implican una carga para al menos una de las partes. Proviene del latín onerōsus, de onus, carga. En el derecho civil de tradición continental, los contratos se clasifican en onerosos y gratuitos. En los onerosos, cada parte recibe un beneficio y asume una carga; en los gratuitos, una de las partes concede un beneficio sin exigir contrapartida equivalente.

Ejemplos de contratos onerosos incluyen la venta, el arrendamiento, el préstamo con interés y la prestación de servicios, entre otros. En estos acuerdos existe una contrapartida para ambas partes, como el pago de una suma de dinero, la entrega de bienes o la prestación de servicios.

En economía y contabilidad, la onerosidad se refiere a costos o cargas que reducen el beneficio neto de una transacción o actividad.

En algunos marcos jurídicos, el término también se aplica a aportaciones que conllevan obligaciones para el aportante, en contraste con aportaciones libres. La distinción entre onerosos y gratuitos ayuda a interpretar cláusulas, distribuir riesgos y definir deberes y remedios en caso de incumplimiento, así como reglas sobre la extinción de obligaciones. El uso y alcance del concepto pueden variar entre jurisdicciones de tradición civilista.