habituación

La habituación es un proceso de aprendizaje no asociativo por el cual la respuesta a un estímulo repetido y benigno disminuye con la exposición. Es una reducción gradual de la respuesta conductual o fisiológica frente a estímulos que, al principio, provocaban una reacción. Sirve para filtrar estímulos irrelevantes y conservar recursos atencionales para estímulos novedosos o importantes.

Históricamente se ha considerado una forma elemental de aprendizaje presente en múltiples especies. En la literatura psicológica, las leyes de habituación propuestas por Thompson y Spencer (1966) describen principios como la dependencia de la disminución de la respuesta respecto a la intensidad y la frecuencia del estímulo, así como la recuperación de la respuesta tras un cambio de estímulo (dishabituación). En neurociencia, se sabe que la habituación puede ocurrir a nivel sensorial y motor, y con frecuencia implica cambios sinápticos en el sistema nervioso, como la depresión de la liberación de neurotransmisores.

Mecanismos y tipos: la habituación puede ser de corta duración, con una disminución rápida de la respuesta que se recupera pronto, o de larga duración, que persiste tras exposiciones repetidas más prolongadas. Se distingue de la adaptación sensorial (cambios perceptivos debidos a la receptoridad) y de la fatiga (agotamiento del sistema motor). A nivel neural, puede implicar modificaciones en la eficiencia de las sinapsis y en redes sensoriales.

Ejemplos y aplicaciones: tras exposiciones repetidas a un sonido, el reflejo de sobresalto puede disminuir; los bebés muestran habituación a estímulos visuales o auditivos. En clínica, la habituación se utiliza en terapias de exposición para reducir la ansiedad ante estímulos temidos y en investigaciones sobre procesamiento sensorial y aprendizaje básico.