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espasmos

Espasmos son contracciones musculares involuntarias, súbitas y a menudo dolorosas que pueden afectar a cualquier músculo del cuerpo. Se clasifican según su duración, frecuencia y localización; los más comunes son los espasmos musculares focales, los espasmos de los vasos sanguíneos (como los del cólon) y los espasmos de órganos internos.

Las causas de los espasmos son variadas e incluyen desequilibrios electrolíticos, deshidratación, fatiga muscular, estrés, trastornos

El diagnóstico se basa en la historia clínica, la observación de los episodios y la exclusión de

El tratamiento suele ser multimodal. Medidas no farmacológicas como la aplicación de calor o frío, estiramientos

La prevalencia de espasmos musculares es alta en la población general, especialmente entre personas que realizan

neurológicos
como
la
esclerosis
múltiple
o
la
enfermedad
de
Parkinson,
y
lesiones
musculares
o
nerviosas.
Algunas
condiciones
médicas,
como
el
síndrome
de
piernas
inquietas,
la
migraña
y
la
colitis
ulcerosa,
también
pueden
presentar
espasmos
como
síntoma
predominante.
otras
patologías.
Exámenes
complementarios
pueden
incluir
análisis
de
sangre
para
evaluar
niveles
de
calcio,
magnesio
y
potasio,
electromiografía
para
estudiar
la
actividad
eléctrica
muscular,
y
pruebas
de
imagen
cuando
se
sospecha
una
lesión
estructural.
suaves,
masajes
y
técnicas
de
relajación
pueden
aliviar
los
episodios.
En
casos
más
persistentes,
se
recetan
antiespasmódicos,
relajantes
musculares
o
analgésicos,
y
se
corrigen
posibles
deficiencias
de
electrolitos.
La
fisioterapia
y
el
entrenamiento
de
la
fuerza
ayudan
a
prevenir
recurrencias.
actividades
físicas
intensas
o
que
presentan
condiciones
crónicas.
La
mayoría
de
los
episodios
son
benignos
y
autolimitados,
pero
la
aparición
frecuente
o
severa
justifica
la
valoración
médica
para
descartar
enfermedades
subyacentes.
La
educación
sobre
hábitos
saludables,
hidratación
adecuada
y
manejo
del
estrés
son
fundamentales
para
reducir
la
incidencia
de
los
espasmos.