betametasona

La betametasona es un corticosteroide glucocorticoide sintético con potente acción antiinflamatoria, inmunosupresora y antialicérgica. Se utiliza en distintos campos de la medicina para reducir inflamación, prurito y respuestas alérgicas. Se presenta en varias formas farmacéuticas, principalmente en presentaciones tópicas, sistémicas (oral o inyectable) e oftálmicas; también existen formulaciones inhaladas para vías respiratorias.

En dermatología, la betametasona se emplea en cremas, ungüentos y aerosoles para tratar condiciones inflamatorias de la piel, como dermatitis, eccemas y psoriasis. Su elección de potencia y duración de uso depende de la localización, la edad del paciente y la extensión de la lesión. En obstetricia, la betametasona se utiliza para acelerar la maduración pulmonar fetal cuando existe riesgo de parto pretérmino, típica­mente mediante un esquema de dosis IM repetida. En oftalmología, las formulaciones tópicas se usan para inflamación ocular, y en otras áreas se emplean vías sistémicas para trastornos inflamatorios severos cuando otros tratamientos no son suficientes.

Mecanismo de acción: la betametasona se une al receptor glucocorticoide, lo que modula la expresión génica para disminuir mediadores inflamatorios y reducir la migración de células inflamatorias. Esto reduce la inflamación, el edema y la respuesta inmunitaria local.

Seguridad y efectos adversos: el uso tópico prolongado o en zonas problemáticas puede provocar atrofia cutánea, estrías, telangiectasias y adelgazamiento de la piel. El uso sistémico o en dosis elevadas puede suprimir el eje hipotálamo-hipófisis, provocar efectos metabólicos y favorecer infecciones. En embarazo, se utilizan con precaución y bajo indicación médica. En ojos, pueden aumentar la presión intraocular y favorecer cataratas o glaucoma a largo plazo. Como con otros corticosteroides, las interacciones y contraindicaciones deben evaluarse individualmente.