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antimicrobianos

Los antimicrobianos son sustancias o fármacos capaces de matar o inhibir el crecimiento de microorganismos, y se emplean para prevenir y tratar infecciones. Incluyen antibióticos (principalmente contra bacterias), antifúngicos, antivirales y antiparasitarios. Pueden derivar de fuentes naturales, ser semisintéticos o sintéticos, y administrarse por vía oral, intravenosa u otras.

Los antimicrobianos actúan mediante diversos mecanismos: inhiben la síntesis de la pared celular, la síntesis de

La resistencia antimicrobiana surge cuando los microorganismos se adaptan para evadir la acción de los fármacos.

En la práctica clínica se busca una terapia individualizada y guiada por evidencia, utilizando la menor duración

proteínas,
la
replicación
o
la
transcripción
del
ácido
nucleico,
o
alteran
la
membrana
celular.
Su
efecto
puede
ser
bactericida
o
bacteriostático,
y
su
espectro
puede
ser
amplio
o
estrecho,
afectando
a
diferentes
grupos
de
microorganismos.
La
selección
adecuada
depende
de
la
sospecha
diagnóstica,
pruebas
de
susceptibilidad
y
consideraciones
clínicas.
Mecanismos
comunes
incluyen
inactivación
enzimática,
modificación
de
dianas,
expulsión
del
fármaco
mediante
bombas
de
efflux
y
disminución
de
la
penetración.
Factores
como
uso
indebido,
dosis
inapropiadas
o
tratamientos
incompletos,
así
como
la
utilización
en
ganadería,
contribuyen
a
este
problema,
que
complica
el
manejo
de
infecciones
y
favorece
la
propagación
de
resistencias.
y
el
espectro
adecuado
para
reducir
efectos
adversos
y
la
presión
de
selección.
Los
efectos
adversos
pueden
variar
desde
gastrointestinales
ligeros
hasta
alergias
graves,
disbiosis
y
toxicidad
orgánica.
La
conservación
de
antimicrobianos
y
la
vigilancia
de
resistencias
son
componentes
clave
de
la
salud
pública.