adénomes

Un adenoma es un tumor benigno de origen glandular, formado por células epiteliales que organizan estructuras semejantes a glándulas normales. En general no invade tejidos circundantes, pero su comportamiento depende de la localización. Pueden ser funcionantes (secretan hormonas) o no funcionantes y, a veces, presentan displasia en su revestimiento.

El adenoma colónico es frecuente y se manifiesta como polipo. En colon, los adenomas son lesiones precancerosas que pueden progresar a cáncer colorrectal mediante la secuencia adenoma-carcinoma. Se distinguen por arquitectura: tubular, velloso y tubulovelloso. El riesgo de transformación aumenta con el tamaño, especialmente cuando supera 1 cm, y con la presencia de displasia. Se detectan por colonoscopia y se tratan mediante polipotomía; la vigilancia consiste en seguimientos periódicos.

En la glándula pituitaria, los adenomas pueden ser microadenomas o macroadenomas. Muchos son funcionales, secretando prolactina, hormona del crecimiento o ACTH, y producen síntomas hormonales; otros son no funcionales y se manifiestan por efecto masa. El tratamiento puede incluir cirugía transsfenoidal, medicación específica para la hormona secretada y/o radioterapia.

Adenomas en otros órganos incluyen el hepático, tiroides, suprarrenales y riñón. El adenoma hepático suele asociarse al uso de esteroides o anticonceptivos; puede hemorragiarse y, si es necesario, se gestiona retirando el factor causal o mediante cirugía. Los adenomas tiroideos o suprarrenales suelen ser benignos, con sintomatología según la hormona involucrada. En el riñón, los adenomas son menos comunes y suelen encontrarse de forma incidental.

En general, el pronóstico de los adenomas benignos es favorable, variando según la localización y el riesgo de progresión o complicaciones.