Antropomorfizados

Antropomorfizados son entidades, objetos o conceptos a los que se les atribuyen rasgos, emociones, intenciones o conductas humanas. El término procede del griego anthropos (humano) y morphe (forma) y se utiliza en distintas disciplinas para describir la representación o atribución de características humanas a no humanos.

En las artes y los medios, el antropomorfismo facilita la identificación y la narrativa al dotar de rasgos humanos a animales, objetos o conceptos. En la literatura y el cine, suele emplearse para explorar temas sociales o morales a través de personajes que muestran gestos, motivaciones y dilemas humanos. En publicidad, los mascots y logotipos a menudo están antropomorfizados para generar empatía.

Existen diferentes grados: el antropomorfismo puede ser suave, cuando se atribuyen emociones o intenciones humanas a seres no humanos sin alterar su forma física, o fuerte, cuando la representación adopta forma y comportamiento humano, incluso tecnología o criaturas imaginarias. Ejemplos conocidos incluyen personajes de dibujos animados y de videojuegos, así como obras como Animal Farm, donde animales representan comportamientos y estructuras humanas.

En la ciencia y la tecnología, la antropomorfización se usa para facilitar la interacción humano‑máquina: interfaces con rasgos humanos, robots humanoides o agentes virtuales. También se debate sobre los límites y riesgos, ya que puede distorsionar la percepción de las capacidades de otros organismos o de la tecnología, influyendo en la ética, la educación y la comunicación científica.